Daniela Amelia
- 11 dic 2019
- 2 Min. de lectura

Cesfam Cristo vive

Voluntariado Corporativo en mi colaboración con Parque del recuerdo.

Hacer jardines es muy bello, pero hacer jardines con impacto es mas significativo aun.

En los 8 meses trabajando en mi colaboración con el Parque del recuerdo, no habíamos tenido la oportunidad de trabajar en un sector Público, y el Cesfam nos dio esa instancia de participación.

Les voy a mostrar el antes y el después de este proyecto tan lindo.

Básicamente lo que observamos es lo mismo que ustedes ven. Sombra , Sombra y más Sombra. Habían arbustos altos y añosos, que solo entregaban sombra a las oficinas que miraban hacia el jardín.

Por lo que propusimos abrir los espacios y que el jardín entrara a los recintos.

Algunos requerimientos, eran que tuviéramos un espacio para huertos, y que en este sector realizaban sus reuniones de fin de año, navidad y 18 de septiembre. Por lo que hicimos una especie de anfiteatro rodeado de algunos tronquitos que reciclamos.

Este cesfam es muy particular, por que es como una casona chilena antigua, con un jardín central, con casi una alameda de arboles en su interior. La onda del lugar también es muy rica, son todos muy amables y muy familiares.

Tuvimos algunos reclamos cuando comenzamos a sacar los arbutos añosos, pero a medida que fue pasando el tiempo se comenzaron a notar que esto iba para mejor.

Cuando pusimos el Maicillo inmediatamente los niños comenzaron a tomarse el jardín.

Fue mágico, los colaboradores del cesfam nos decían que jamas habían visto tantos niños en el Cesfam. Y es que si los habían, pero no tenían donde estar.

Luego les instalamos los juegos y quedaron en llamas, fue una exploción de colores. Instalamos tres juegos, dos de estas típicas ruedas de neumáticos mejoradas por Isidora de Bambo, y una cuerda para trepar en un árbol muy preciso.

Ah! cabe recordar que tuvimos un jardinerito muy entusiasta : Diego, el de la foto. Que se ofreció en apoyarnos en todas nuestras labores.